Trabajar en una oficina muchas horas delante de un ordenador es la mayor causa de dolores de cabeza y espalda. Nuestra musculatura se debilita, la columna cambia su curvatura, los discos intervertebrales siente mayor presión y, además, nuestra circulación se ve alterada al permanecer tantas horas sentados.
No podemos prevenir esos dolores o eliminarlos completamente pero si amortiguar un poco el dolor de espalda, cabeza o cervicales que sufrimos por culpa de nuestras largas jornadas laborales. Los fisioterapeutas recomiendan realizar ciertos ejercicios durante el día, al menos una vez en nuestra jornada laboral.
Os recomendamos estos 5 ejercicios para realizar durante el día
Relaja tus hombros
3 series de 10 segundos con cada una
Cogemos aire, nuestros brazos están a lo largo del cuerpo, levantamos los hombros hacia arriba y los bajamos de golpe soltando el aire.
Con este ejercicio liberaremos la tensión de toda la zona cervical.
Estira tus trapecios
3 series de 10 segundos con cada una
Sentados en la silla del trabajo, con la mano derecha cogemos la silla por abajo. Utilizamos la izquierda para inclinar nuestra cabeza hacia la izquierda de manera que estiramos el trapecio derecho. El mismo ejercicio pero cambiando de lado.
Con este ejercicio estiramos trapecios y mejoramos la movilidad de nuestro cuello.
Estira tu musculatura glútea
3 series de 10 segundos con cada una
Sentados en la silla cruzamos la pierna derecha sobre la izquierda quedando el pie de la pierna a la altura del gemelo. Con el brazo contraria a la pierna que cruza empujamos la rodilla hacia el lado contrario. Lo mismo con la otra pierna.
Con este ejercicio estiramos musculatura glútea.
Estira las muñecas y los antebrazos
3 series de 10 segundos con cada una
Levantamos el brazo derecho con el codo extendido hacia delante y los dedos mirando hacia abajo. Con la izquierda estiramos los dedos tirando de ellos hacia atrás. Repetimos el ejercicio con el otro brazo.
Estira tu columna
3 series de 10 segundos con cada una
Sentados en la silla, cogemos aire y lo soltamos agachándonos para tocarnos los tobillos. Volvemos a coger aire y nos incorporamos; al soltarlo volvemos a bajar de nuevo.
Este ejercicio nos da flexibilidad a la columna y evita bloqueos.